El pasado 4 de Julio a las 7:34 horas nuestro planeta Tierra pasó en el punto más alejado de su órbita alrededor del Sol. Patricio nos comenta “Para que exista esta circunstancia (afelio) necesariamente la órbita debe ser elíptica y en nuestro caso tal excentricidad (elongación) es de 0,17 lo que se traduce en una diferencia de distancia entre afelio y perihelio de un 3,4%. Esa diferencia se traslada a tamaño angular como se puede apreciar en la imagen adjunta con tomas cercanas a la fecha de ambos puntos extremos”.
Imagen 1: Comparación de afelio y perihelio realizado por Patricio León. Se utilizó una cámara C4.5 + T7i con filtro solar, un tiempo de exposición de 1/500 segundos con ISO de 100.
En la Imagen 1 podemos apreciar no sólo la diferencia en tamaño, sino también la diferencia de seeing, donde el autor nos comenta “nada más apreciar el contorno ondulado del Sol de julio”. En astronomía le llamamos “seeing” al efecto distorsionador que tiene la atmósfera terrestre sobre las imágenes astronómicas. Nuestra atmósfera tiene capas con diferentes densidades, provocando turbulencias en el paso de los rayos de luz desde los objetos hacia nuestros instrumentos o telescopios.
Patricio recalca también que “a pesar que nuestra estrella se encuentra 5 millones de km más lejos que en el verano en estos momentos, no notamos ningún efecto deletéreo pues la merma en calor recibido es sobrepasada ampliamente por la inclinación del eje de rotación de la Tierra que condiciona las estaciones. Sin embargo sí hay consecuencias prácticas claras”. En primer lugar y más inmediata “es que el otoño y el invierno para el hemisferio sur son 3 y 4 días más largos que la primavera y el verano respectivamente debido a que la Tierra orbita 1 km/s más lento en Junio y Julio”.
En segundo lugar y a largo plazo “la excentricidad orbital no es fija, tiene variaciones seculares producidas por la interacción gravitacional con los otros planetas, en particular Júpiter. Así, llega a ser de 1/5 de la actual en el mínimo hasta casi cuatro veces mayor en el máximo en períodos de cientos de miles de años. Cuando se producen coincidencias muy particulares con la variación de la inclinación del eje terrestre y la dirección del eje de precesión (ciclos de Milankovitch), ocurren las eras glaciales, la última de las cuales finalizó hace unos 12.000 años atrás.”
Y finalmente, en tercer lugar, dice Patricio en broma “otra consecuencia del afelio es que dan ganas de escribir más largo”.
Compartido por: Patricio León.
Editado por: Daniela Fernández