Page 81 - Boletín Sep Oct 2019
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rro, incluyendo algunas mascotas (se portaron muy bien).
Cuando el eclipse empezó, todos empezaron a gritar, emocionados y
admirados.
No tengo telescopio ni cámara, así que ocupé mi celular de la mejor
manera: tomando fotos a una pantalla, invento de Caylo, donde se pro-
yectaba el eclipse.
A medida que la Luna avanzaba ocultando el Sol, se empezó a sentir
cómo bajaba la temperatura, el cielo se tornaba gris, y un viento cada
vez más helado empezó a soplar. Durante la totalidad, el viento se puso
bien tenebroso, muy helado, susurrante y todo oscuro. Y silencio.
Los perritos que llevaron nuestros vecinos se echaron a dormir, pero
yo no estaba pendiente de ellos.
Todos esperábamos la totalidad. Esta fue mi primera observación de
un eclipse total y ni siquiera me imaginaba cómo era estar ahí, viéndolo.
El anillo de brillante fue muy impresionante, pero cuando la Luna ta-
pó al Sol completamente y se vio la corona, quedé sin aliento.
La impresión fue demasiado fuerte. No hay palabras para describir el
momento. Sólo sentí que yo estaba ahí, parada en la punta de un cerro,
viviendo la danza cósmica del Sol, la Luna y la Tierra.
Yo era parte de todo eso. No era un espectáculo para mí, yo era parte
del espectáculo. Desapareció el cerro, la gente, los telescopios, los au-
tos… sólo el Sol, mostrando su corona, y yo.
Hasta que el Sol apareció otra vez, y nuevamente, el anillo de brillan-
te. Todos maravillados con lo que habíamos vivido.
Algunos se fueron ligerito, yo me quedé hasta que terminó por com-
pleto y vi una puesta de Sol como nunca antes.
Aquí les comparto algunas imágenes que tomé del eclipse, en la for-
ma que describí antes, y la puesta de Sol, ya escondido.
ACHAYA 81 Sep — Oct 2019